sábado, 16 de enero de 2010

Hacer el amor, sin amor...


Por generaciones, los hombres, por machismo, han buscado transformar su deseo en sexo y las mujeres en cambio, a partir del deseo, buscaron (y lo siguen haciendo) formalizar una relación en la que el sexo era consecuencia de ésta. Es decir, para nosotras la única ecuación válida era: sexo+ amor= placer. De lo que se deduce que si falta el amor en el sexo, no hay placer.¿Idea anticuada?


La realidad indica que hay dos tipos de sexos disponibles: con amor y sin él. En las últimas décadas, el feminismo ha tratado de aprender de los hombres: de disfrutar sin problemas del sexo por el sexo y de distinguir perfectamente entre éste y el amor...


Toda una paradoja si se parte de la idea de que debe existir existe una precondición amorosa en el sexo; que es un complemento del mismo y que tiene por finalidad “amplificar el placer”.
Pero he aquí lo que siempre he creído: que es una experiencia vacía, donde falta la conexión sentimental con la otra persona y que por lo tanto, jamás llegaría a una satisfacción total y plena pese al buen desempeño del compañero de turno.


Es verdad que hoy esto, para cierto sector del público femenino, suena descabellado. Para nosotras mismas, y debo decir en determinadas circunstancias, es válido hacerlo por mero y exclusivo placer, sin necesidad de dar explicación alguna, sin sentirse ‘extraña' o criticada…


Pero el sexo sin amor tiene su gran problema: que alguno de los involucrados caiga en el terrible error de enamorarse a través de él. La relación pasaría a ser obsesiva, tormentosa y totalmente conflictiva para aquel que no esté involucrado sentimentalmente.


Más allá de eso, el sexo sin amor genera un espacio de encuentro entre dos personas que teniendo las cosas claras solo buscan pasar un buen momento que, con el correr de los años, se transforme en un buen (¿o mal?) recuerdo sexual…


Es verdad que la sensación puede llegar a ser intensa, pero no creo que sea duradera ya que sólo la eternidad lo dan los sentimientos, y aquí no hay ninguno de ellos…


Por eso se dice que genera una especie de vacío permanente en el estómago, que nos lleva a sentir que nos ahogamos, que nos falta el aire, porque siempre buscamos algo más, que no podemos describir con palabras, simplemente lo sentimos en el corazón. Entregarnos al sexo sin amor es sentir el sabor de la aventura y del éxito fácil.


Sin amor, el sexo pierde el rumbo y se convierte en algo insostenible. No tengo otra opción que admitir que el sexo amoroso es el único camino posible para llegar al bienestar absoluto, que no requiere sonrisas falsas ni gemidos fingidos.


Pero si eres de esas mujeres que desean vivir el momento: ¡nada te lo impide! Déjate llevar, disfruta el momento. Es solo placer y nada más que eso. Y por supuesto, es bienvenido.

lunes, 11 de enero de 2010

FLY ME TO THE MOON...



Llévame a la luna
Déjame cantar entre esas estrellas
Déjame ver como es la primavera
En Júpiter y Marte

En otras palabras, toma mi mano
En otras palabras, nena bésame

Llena mi corazón con una canción
Déjame cantar eternamente
Eres todo lo que anhelo
Todo lo que idolatro y adoro

En otras palabras, por favor se sincera
En otras palabras, Te amo.

viernes, 8 de enero de 2010

RENACER....


Como AVE FÉNIX....
renacer de las cenizas,
y ser.
Y sentir lo que es morir
Y RENACER...

martes, 5 de enero de 2010

Etapas .........de Paulo Coelho

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, O cerrando puertas, O cerrando capítulos.

Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó ?....

Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir ! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué…? ), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.. ¡Si puede enfrentarlos ya..¡ y ahora, hágalo..!, si no, déjelo ir, cierre capítulos.

Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad.

Pero .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

Paulo Coelho.